miércoles, 24 de febrero de 2016

ESQUIZOFRENIA

La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta al paciente deteriorando sus capacidades en diversos aspectos psicológicos, como el pensamiento, la percepción, las emociones o la voluntad.
Los pacientes esquizofrénicos pueden perder el contacto con la realidad (psicosis), sufrir alucinaciones

, delirios (creencias falsas), tener pensamientos anormales y alteración del funcionamiento social y laboral.
Etimológicamente significa «mente escindida». Con este término, se quería subrayar las alteraciones en el pensamiento que presentan las personas que la padecen.

Causas

El origen de la esquizofrenia no se conoce con certeza. No obstante, en los últimos años se han logrado algunos avances que permiten señalar diversos factores responsables del trastorno:

Alteraciones precoces del desarrollo del cerebro

Estudios con técnicas histopatológicas modernas y con técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética, han detectado anomalías en la estructura de determinadas regiones cerebrales. Otras técnicas, como la tomografía de emisión de positrones, han permitido observar algunas alteraciones en el funcionamiento del cerebro de estos enfermos, en comparación con el de personas sanas. Conjuntamente, estos hallazgos apoyan la teoría de que la esquizofrenia puede tener su origen en alteraciones del desarrollo cerebral muy precozmente, en concreto, durante el desarrollo del cerebro embrionario.

Predisposición genética

Aunque el mecanismo de transmisión no se conoce, sí se sabe que el riesgo de padecer la enfermedad es mayor cuando existen antecedentes familiares de la misma. Sin embargo, la presencia de antecedentes no es una condición necesaria ni suficiente; muchos pacientes no los presentan y muchos sanos, sí. Esto indica que otros factores no genéticos también juegan un papel importante en la génesis del trastorno.

Alteraciones en moléculas del cerebro

Se ha descubierto que diversas sustancias llamadas neurotransmisores (los responsables de que las neuronas se comuniquen adecuadamente) pueden estar desequilibradas en la esquizofrenia. Los estudios sobre estas sustancias están siendo muy importantes para el diseño de fármacos cada vez más efectivos.

Infecciones del embarazo y complicaciones del parto

Está en estudio si algunas infecciones por virus que padezca la madre durante el embarazo pueden ser responsables de alteraciones del desarrollo cerebral normal del feto y que, a cierta edad, provoquen la enfermedad. Por otra parte, se ha relacionado este trastorno con complicaciones durante el parto (traumatismos, anoxia cerebral).

Síntomas

El principal problema relacionado con los síntomas de esta patología es que la mayoría son subjetivos, es decir, sólo el paciente los experimenta, por lo que no pueden comprobarse. El segundo, es que la esquizofrenia es una enfermedad que presenta muchas y variadas manifestaciones pero ninguna es específica de ella, sino que también pueden estar presentes en otros trastornos mentales. Actualmente se dividen los síntomas en dos grandes grupos:
  • Los positivos consisten en aquellas manifestaciones anormales que experimentan los pacientes, como ver cosas que no existen (alucinaciones) o pensar que ocurren cosas que no son verdad (delirios).
     
  • Los negativos consisten en aquellas manifestaciones que hacen pensar que el sujeto está perdiendo capacidades para pensar, sentir o hacer cosas con normalidad. Por ejemplo, dejar de hablar con fluidez, tener interés por las cosas o las personas, por levantarse cada día a trabajar, etc. Es habitual que, con el paso del tiempo, muchos de los síntomas se alivien. Sin embargo, suelen quedar algunas secuelas, como abandono del cuidado de sí mismo, frialdad hacia los demás, indiferencia o desinterés por todo.
     

Los síntomas más característicos de la enfermedad son:

  • Delirios: Ideas erróneas de las que el paciente está convencido. Por ejemplo, creer que todo el mundo está contra él o que tratan de perjudicarle.
     
  • Alucinaciones: Percibir algo que no existe. Por ejemplo, oír voces (que le insultan o hablan de él), o ver objetos o caras que no están.
     
  • Trastornos del pensamiento: El lenguaje del paciente se hace incomprensible y con poca fluidez.
     
  • Alteración de la sensación sobre sí mismo: La persona siente que su cuerpo está cambiando, se ve a sí mismo como alguien raro. Los pacientes pueden decir que no se reconocen al mirarse al espejo. Los límites entre uno mismo y los demás no están claros, por ello, pueden creer que los demás pueden saber lo que piensa o por el contrario, creen adivinar lo que otros piensan.
     
  • Deterioro de las emociones: La afectividad se va empobreciendo y puede llegar a la ausencia de sentimientos. Los pacientes se muestran inexpresivos y se comportan con frialdad hacia los demás.
     
  • Aislamiento: Los pacientes se encierran en sí mismos y en su mundo interior. A este síntoma se le denomina autismo. Se manifiesta porque el paciente se queda encerrado en su habitación y evita la compañía de los demás.

Prevención

La esquizofrenia no se puede prevenir. Sin embargo, si el paciente sigue el tratamiento prescrito por los especialistas, los síntomas sí pueden prevenirse y evitarse. De hecho, si el paciente abandona el tratamiento es probable que muchos síntomas reaparezcan.

EL AUTISMO

El concepto de autismo abarca a una serie de trastornos que afectan las habilidades comunicativas, la sociabilización y la empatía de la persona. Los autistas tienen una personalidad replegada sobre sí misma de manera patológica.

Los pacientes que sufren de este síndrome cuentan con una serie de señas de identidad que determinan dicho padecimiento
. En este sentido, destacaría, por ejemplo, que cuentan con un coeficiente intelectual generalmente por debajo de lo normal, que poseen un lenguaje y una gramática limitados o que muestran total desinterés por las relaciones sociales.
De acuerdo a la especialidad médica en cuestión, se tomará al autismo como la referencia excesiva de la propia persona por sobre lo que ocurre en el contexto o como la imposibilidad congénita para entablar una comunicación o desarrollar un vínculo afectivo con el prójimo.

Los trastornos autistas, por lo tanto, afectan las interrelaciones y propician conductas repetitivas en quienes los padecen, ya que necesitan conservar un entorno fijo y estable. Por lo general el autismo se manifiesta en los primeros años de vida y se mantiene durante toda la existencia ya que no existe una cura, aunque sí se pueden reducir las conductas anómalas y mejorar la interactividad social.
Las estadísticas señalan que el autismo afecta a entre dos y diez personas por cada 10.000 habitantes, con mayor aparición en los hombres que en las mujeres. Sus causan suelen ser desconocidas, aunque algunos expertos atribuyen el desarrollo del trastorno a una combinación entre la genética y ciertos factores del ambiente.

Las manifestaciones más leves del autismo, como el síndrome de Asperger, pueden pasar casi inadvertidas y ser confundidas con una personalidad excéntrica o un exceso de timidez. Los casos más severos, en cambio, incluyen la imposibilidad de expresarse mediante el habla y un comportamiento que no sólo es repetitivo al extremo, sino que también produce daños al propio paciente y genera agresiones a terceros.

En la gran pantalla se ha proyectado a través de diversas películas el síndrome que nos ocupa, dando a conocer así a la sociedad las dificultades a las que se enfrentan quienes lo padecen así como sus familiares. Y, por supuesto, también las características que definen a los autistas.
Este sería el caso del film titulado Rain Man, del año 1988 y que está dirigi
da por Barry Levinson. Tom Cruise y Dustin Hoffman son los protagonistas del mismo en el que se narra como Charlie Babbit, el primero de los intérpretes, al morir su padre descubre que tiene un hermano mayor (Raymond) que sufre de autismo.

Hoffman consiguió un Oscar por su magistral interpretación de dicho personaje que estaba basado en la figura de Kim Peek, un norteamericano que sorprendió a todo el mundo por sus magníficas habilidades y capacidades intelectuales que chocaban curiosamente con su absoluta incapacidad para realizar tareas cotidianas.

A esta citada película habría que añadir otros títulos cinematográficos que también dan a conocer de manera exacta y profunda el autismo. Este sería el caso de Al rojo vivo (1998), Miracle Run (2008), El Cubo (1997), Son-Rise (1979) o Más allá de la realidad (1986).